Los psicólogos somos profesionales de la salud mental pero también del bienestar psicológico.

Muy lejos de cualquier creencia ancestral, no tratamos sólo caso de «locura» sino que la, la mayoría de nuestros pacientes, estan pasando por una época de crisis personal, profesional, familiar,social, emocional, o incluso, física. Es decir, estan atravesando un cambio.

Y aunque todos creemos que somos autosuficientes para arreglar nuestras propias crisis, lo cierto es que es muy diferente ver los cambios en los otros que en uno mismo.

Por ello, si esta paasando por una de esta situaciones, quizás necesité a uno de mis compañeros/as o a mí; pero, también, si ha vivido una situación de maltrato psicológico en el hogar,en el trabajo, en la escuela; si esta pasando por un duelo por un ser querido; si no sabe cómo enfrentarse a sus miedos; si existe falta de comunicación con su pareja o si no tiene habilidades sociales para las relaciones interpersonales, por ejemplo.

Tenemos que dejar de lado los tabúes; ir al psicólogo no significa estar «loco» ni tan sólo tener «un trastorno mental».No es así con una gran parte de los pacientes.Y, en todo caso, se debe equiparar enfermedad psicológica a enfermedad física puesto si, cuándo nos rompemos una pierna vamos al hospital y dejamos que nos inmovilizen la pierna, cuando tenemos una enfermedad psicológica,¿ dónde ponemos la tirita? Cuando el alma duele, ¿ se debe ir al hospital o no es más lógico ir al psicologo, sin complejos?

La finalidad, en ambos casos, es la misma; tal y como decía Hipocrátes, padre de la Medicina holística, » curar cuando se pueda, aliviar casi siempre y consolar siempre»