La ira es una emoción básica junto al miedo, ansiedad, tristeza, sorpresa, felicidad, etc,.
La emoción surge casi siempre de un desencadenante, es decir, surgen como respuesta a un suceso que es importante para la persona o que al menos él, lo valora como importante, porque satisface o amenaza sus intereses; así pues , las emociones surgen de la interacción entre los significados que para las personas tienen las situaciones y los intereses implicados en ella
La ira se encuentra entre las emociones negativas
• Dada la relación entre las reacciones de ira y las situaciones en las que se produce una trasgresión o violación de los dominios personales y de las reglas sociales, se la ha considerado como una emoción moral. Se produce ante situaciones de rotura de compromisos, expectativas, reglas de conducta, etc,.
• La ira al ser un sentimiento displacentero, genera un impulso apremiante por hacer algo que elimine o dañe al agente que lo ha causado. La ira junto con el miedo son las dos emociones más intensas o pasionales; al tiempo que es la más peligrosa ya que su propósito funcional es el de destruir las barreras del entorno, en situaciones extremas puede llegar a generar reacciones de odio y violencia, tanto verbal como física. Los desencadenantes suelen ser situaciones en que somos heridos, engañados o traicionados.
• Los principales desencadenantes de la ira tienen que ver con ser testigos de abusos, cometidos por otras personas, con intrusión de extraños en nuestros intereses, con la degradación personal, con la traición de la confianza.
• El procesamiento cognitivo de la ira se inicia ante el desencadenante que se presentan como una alta novedad, es decir, se presenta súbitamente y de manera inesperada.
Efectos subjetivos de la Ira
La ira produce sentimientos de irritación, enojo, furia y rabia. Acompañada de obnubilación, incapacidad o dificultad para la ejecución eficaz de los procesos cognitivos.
Se experimenta como una experiencia aversiva desagradable e intensa, se relaciona con la impaciencia por actuar.
Actividad fisiológica
Los principales efectos se producen sobre el sistema nervioso autónomo y se concretan en importantes elevaciones de la frecuencia cardiaca: de la presión sistólica y distólica, de la salida cardiaca (en menor grado que el miedo); y de la fuerza de contracción del corazón. Elevaciones en la conductancia de la piel. Reducciones en el volumen sanguíneo como en la temperatura periférica, como consecuencia de una importante vasoconstricción.
En el sistema somático, aparecen elevaciones en la tensión muscular y aumentos de la frecuencia respiratoria.
Aumentan las secreciones hormonales, en especial de la adrenalina, incrementando la energía y el acometer acciones enérgicas.
Afrontamiento
La ira sirve para una variedad de funciones adaptativas, incluyendo la regularización y organización de los procesos internos, psicológicos y fisiológicos, relacionados con la autodefensa, así como la regulación de conductas sociales e interpersonales.
La finalidad funcional es eliminar los obstáculos que impiden la consecución de los objetivos deseados y que generan frustración. Si bien no siempre, la ira, termina en agresión, al menos sirve para inhibir las reacciones indeseadas de otras personas e incluso evitar una situación de enfrentamiento. Si no se consigue reducir los niveles de ira, se producen reaccione de descarga emocional tales como: gritos, insultos, golpes, etc,.
No siempre la ira es una reacción airada enfocada a resolver la situación desencadenante de la respuesta emocional, sino que la presión social que se realiza sobre los comportamientos agresivos, hace que se potencien otros afrontamientos como.
• La ira hacia dentro.
• La ira hacia fuera.
• Control de la ira.
Por lo dicho, anteriormente la ira tienen un impacto sobre la persona:
• Destruye relaciones interpersonales.
• Dispone a padecer enfermedades cardiacas.
• Afecta en las relaciones laborales.
• Altos niveles de estrés y emociones relacionadas.
La ira apaga la inteligencia. Cuando sentimos ira, nuestro cerebro emocional secuestra el cerebro racional, por lo cual, durante un tiempo es incapaz de tomar decisiones adaptativas.
Entonces, ¿qué podemos hacer para disminuir la ira, para controlarla?
• Cada uno vemos entendemos el mundo, la realidad y las cosas que nos ocurren de maneras diversas. Tenemos una serie de creencias y pensamientos de cómo debería ser la vida.
• Por lo tanto es importante hacer algunos cambios en nuestro modo de ver el mundo, cambiar lo que pasa por nuestra mente. Debemos intentar detectar esas creencias y pensamientos para poder combatirlos adecuadamente.
Tenemos que recordar que:
• Que las personas tienen diferentes puntos de vista al nuestro.
• Que hay razones para enfadarse, pero estas razones no siempre son buenas.
• Que hay diferentes maneras de hacer y entender las cosas. Y que esa variedad nos puede enriquecer.
• Cuando alguien manifiesta un punto de vista distinto al nuestro, no lo hace para fastidiarnos.
• No hay que esperar a que los demás cambien, según nuestros criterios. Los demás son como son, y como tal hay que aceptarlos.
• No podemos controlar los errores de los demás.
• No impongas a los demás como tienen que ser las cosas y no exijas que los demás reconozcan que tienes razón.
• No levantes la voz.
• No insultes.
• Utiliza mensajes yo en lugar de mensajes tú. Utilizando los mensajes yo transmiten nuestros sentimientos de manera respetuosa.