Tips para padres en la prevención de la depresión infantil

La depresión infantil es más que un mal ánimo pasajero y es un trastorno mental tratable. Un diagnóstico precoz es fundamental para su tratamiento y se debe tener en cuenta los antecedentes familiares de esta enfermedad o de otro trastorno del ánimo.
La primera consulta debe ser con el pediatra del niño, quien le hará un chequeo para descartar cualquier enfermedad física. Si sospecha que se trata de una depresión, derivará al paciente a un psicólogo y, sólo en caso estrictamente necesario y dependiendo de la edad, a un psiquiatra.
El tratamiento comenzará con una evaluación del niño y se trabajará a nivel individual con él,
a nivel familiar dando pautas a los padres y a nivel escolar en colaboración con los profesores.
Generalmente, se utilizan técnicas psicoterapéuticas y, en caso necesario, un tratamiento farmacológico, basado en antidepresivos. La terapia ayudará al niño a cambiar la imagen que tiene de sí mismo ya que suele pensar, por ejemplo “soy malo para todo” se le pedirán pruebas de ello. Como la mayoría de las veces el paciente no las encuentra, se da cuenta de que no es más que una percepción negativa que tiene de sí mismo y podrá pensar más positivamente.
Según los estudios, una depresión dura en promedio seis a ocho meses, pero las estadísticas varían de un niño a otro y una recuperación total puede tardar más. Ignorar una depresión es peligroso porque ésta afecta las habilidades sociales del niño, así como su concentración, su nivel de energía y sus relaciones con su familia y amigos.

Para prevenir una depresión en un hijo
> Entorno familiar adecuado. Crecer en un ambiente estable y acogedor permite sentirse seguro y desarrollar una identidad clara. Una personalidad fuerte le ayudará a no caer en la depresión. Límites claros y normas coherentes dadas por ambos padres, permitirán que el niño tenga la confianza en sí mismo suficiente como para prevenir cualquier trastorno.
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Conocer las fortalezas y debilidades del hijo y exigir de acuerdo a ellas. Una de las características de la depresión infantil es que el niño se siente vacío, ya que no puede desarrollarse de acuerdo a sus potencialidades.
> Cuidar la relación sentimental con el niño, si éste se siente querido, apoyado y protegido le será más difícil deprimirse. Se ha demostrado que la carencia de afectividad es un aspecto muy ligado a este trastorno.

¿Cómo ayudo a mi hijo con depresión?
> No se culpe. No piense que su hijo está sufriendo sólo por algo que usted hizo o dejó de hacer y que usted falló en su rol de asegurar su felicidad.
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Conviértase en un experto en depresión. De este modo sabrá qué esperar y cómo lidiar con ello.
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Fomente la actividad física en su hijo. Se ha comprobado que andar en bicicleta o salir a caminar ayuda a aliviar los síntomas de la depresión.
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Trate de entender su comportamiento. Acuérdese que si el niño no quiere levantarse de la cama se trata de de falta de energía y ánimo.
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Asegúrese de que coma bien. Así su hijo se sentirá física y anímicamente mejor.
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Demuéstrele que lo quiere y se preocupa por él. Explíquele que quiere escuchar todo lo que le diga, aunque sea algo desagradable.

>No ignore los síntomas de depresión Dé mas atención de lo normal a su hijo. Juegue con él y así le será más fácil hablar sobre sus problemas. Debe dedicarle un momento especial y único y , crear un ambiente y de confianza

> Hágale preguntas y esté atento a las pistas Un niño en edad de escolarización puede llegar a decir «soy tonto». No se trata simplemente de apoyarlos diciéndoles que no lo son, pregúnteles sobre el porqué piensa que es así, si pasó algo en la escuela, etc. El niño podrá contestar diciendo que todo es una porquería. Y entonces pregúntele qué es lo que le parece malo. Lo importante es indagar sobre lo que piensa el niño.

>Establezca y mantenga las rutinas
El niño necesita sentirse arropado por una disciplina. Se sienten colaboradores y partícipes cuando se establece un horario para cada actividad. Los «límites» los piden él. Por ejemplo: no existe nada más cálido y lleno de afecto como leer un cuento antes de dormir, y ser bien arropado en su camita. De esta forma estarás diciendo al niño que los problemas no son culpa de ellos. Que todo continua como antes y que él es importante para ti.

>Esté atento por si el niño tiene estrés
Es necesario reevaluar el calendario diario de actividades del niño. Pregúntese si tu hijo no está haciendo demasiadas cosas. Puede que el niño se siente cansado y estresado.

>Tranquilice a su niño
Nada mejor que mimarlos y a la vez averiguar sobre su rutina. Estar pendiente sobre el tipo de comida que más le gusta, si duerme toda la noche, si necesita de nuevas actividades y rutinas.

> Busque tratamiento médico en el caso de que su hijo empiece a aislarse, comportarse mal, o a hacer comentarios negativos sobre él mismo. El diagnóstico y tratamiento temprano de la depresión son esenciales para los niños deprimidos.